El pavimento vibra cuando transitan los vehículos. Los barandales muestran los daños ocasionados por “borrachazos” y debajo de los puentes están las marcas acumuladas de años por falta de mantenimiento.
Los puentes viales de las calles C. J. Zertuche y Nogal, que cruzan por el dren Reynosa, requieren mantenimiento urgente.
Específicamente el puente sobre la calle C. J. Zertuche muestra el barandal doblado por el impacto de un vehículo, además su estructura metálica esta oxidada.
Se aprecia que fue repintado en varias ocasiones de diferente color.
Antes había una malla ciclónica para proteger a los peatones que cruzaban por el lugar, pero la malla fue cediendo a tanto choque que ahora ya no existe.
Las bases de concreto ya se les cayó las diferentes capas de pintura.
Dejaron olvidados las bases metálicas de un brandal que antes existió.
Por la parte lateral, el puente deja ver las varillas de su estructura y por debajo, las aguas negras del dren Reynosa han deteriorado las columnas.
El puente sobre la calle Nogal tiene un gran barandal de acero que esta encima de un muro de contención de concreto, pero ambos, el muro y el barandal están deteriorados, muestran las diferentes capas de pintura que alguna vez lo hicieron lucir como nuevo.
Junto al muro de protección ha crecido maleza que daña más a la estructura.
Pero el puente sobre la calle Nogal muestra cables eléctricos que están al aire libre, entre maleza y humedad.
El pavimento de ambos puentes tienen hundimientos que facilitan la creación de charcos cuando ocurren lluvias.
Una varilla queda al descubierto en el puente de la calle sobre el carril para retornar y tomar la Avenida Fundadores.
Ambos puentes reclaman la atención y son, hasta este momento, una tragedia anunciada.