Los migrantes que no han logrado ingresar a casas de asistencia en Reynosa, son parte de la población que más sufre con el ingreso de frentes fríos.
Las bajas temperaturas que desde la tarde del pasado lunes se registraron en esta ciudad, evidencian que sus casas con telas y plásticos no son suficiente, por lo que recurren a fogatas, sobre todo aquellos que tienen hijos.
En un predio abandonado frente al refugio Senda de Vida se encuentran alrededor de 200 personas provenientes de Haiti, Guatemala, Venezuela, Nicaragua y algunos connacionales. "Lo más difícil es de noche y cuando llueve, procuramos estar adentro de la casa de campaña, proteger a los niños, darles comida caliente", dijeron.
Aunque los campamentos callejeros de migrantes en Reynosa han disminuido en las últimas semanas, los sitios que existen, no cuentan con baños ni agua potable.
Por ello la mala higiene fomenta enfermedades que se complican con el frío. "Hay lugares de renta de 3 mil pesos al mes pero no podemos pagar eso, en los refugios tienen casi a mujeres embarazadas, así que los varones somos lo que estamos más en la calle", expresaron.
Ante la necesidad, grupos religiosos, así como población en general acude a llevarles alimento, bebidas calientes, además suéteres y chamarras, lo que genera filas alrededor de los vehículos de ayuda, en calles como 20 de noviembre y Libramiento Luis Echeverria.
De acuerdo a estadísticas oficiales en Senda de Vida I y II hay alrededor de cinco mil migrantes en refugio, mientras que en el de Nuestra Señora de Guadalupe se ubican alrededor de 250.
El pronóstico del clima indica que en Reynosa las bajas temperaturas se van a prolongar para el transcurso de esta semana, ayer al medio día, la sensación térmica en las calles era de dos grados centígrados.