Al caer la noche también caen cortinas de acero de tiendas de conveniencia en el sector de Rancho Grande.
Aunque sus estrategias de venta es que dan servicio las 24 horas, la inseguridad ha provocado que que algunos negocios se vean obligados a cerrar para protegerse y proteger a sus empleados.
Por la carretera Ribereña se pueden apreciar tiendas de conveniencia cerradas, al igual que estaciones de gasolineras.
Las luces mercuriales sí funcionan e iluminan bien las calles, pero no dan garantía de seguridad.
En el cruce de la calle Jaime Nunó y Praxedis Balboa se encuentra una tienda de conveniencia de la cadena comercial Oxxo. Durante el día, sus operaciones son normales. La entrada de clientes y proveedores se realiza de forma habitual.
Su estacionamiento sirve como base para vendedores ambulantes de tacos y raspados. A un costado, por la calle de Praxedis Balboa, esta instando un vendedor de barbocoa.
El tráfico es fluido, pero al llegar la noche, el lugar se convierte en una desolación. Casas cerradas y el punto de encuentro está solo.
Algunas taquerías estaban abiertas pero cierran a la medianoche.
Por la misma calle de Jaime Nunó, pero pasando el Parque de beisbol, Onésimo Magallán, hay otras tiendas de conveniencia que sí se encuentran abiertas durante la noche, pero está muy cerca que se hacen compañía, junto con algunos puestos de tacos que operan durante la noche.
El sector se encuentra desamparado durante la noche, ya que no hay patrullaje de policías y no queda más opción que bajar cortinas de acero para proteger los negocios.