La cifra de migrantes que llegan a Reynosa y se instalan a las puertas del albergue Senda de Vida I porque ya adentro no hay cupo para más personas, ha crecido a tal grado que están por estrangular la calle lateral del Río Bravo.
Mucha gente, sobre todo de origen haitiano, han colocado pequeñas carpas hasta en doble y triple fila por lo que cada vez es menor el espacio que tienen los automovilistas para circular por ahí, por lo que se exponen a sufrir un atropellamiento y más por las noches.
Comentan quienes han llegado en los últimos días y semanas que decidieron instalarse muy cerca del Senda de Vida I porque así podrán acudir prontamente cuando les informen que ya podrán ser trasladados a lado americano para continuar allá el proceso de asilo político que solicitan.
Día con día crece la ola migratoria a la que se han sumado inclusive más mexicanos en las últimas fechas, algunos provenientes del estado de Veracruz y de otras entidades más.
Llegan también más venezolanos, guatemaltecos, hondureños pero quienes tienen mayor presencia en Reynosa son los haitianos.
NO PARA EL FLUJO
Pese a que directivos de los Senda de Vida I y II han hecho público que enfrentan serios problemas para dotar de alimentos a los migrantes e incluso en el de Nuestra Señora de Guadalupe han reducido el número de despensas a repartir, a la ciudad continúan llegando a diario cada vez más extranjeros con la intención de cruzar a Estados Unidos mediante un trámite de asilo político.