Sin grandes aglomeraciones, diferente, pero con el arribo de fieles, se llevó el Domingo de Ramos.
En la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, en la zona centro, el acceso fue limitado y con toma de temperatura y gel antibacterial riguroso.
Se cuenta con capacidad del del 50 por ciento, respetando la sana distancia, aunque se recibe a menos del 50 por ciento.
José Luis Cerra Luna, párroco, comentó que la capacidad es de 600 personas, pero se tiene aforo de 220 personas.
Como parte de la misa por el Domingo de Ramos, el padre, José Luis Cerra Luna, dijo que estos días son para la reflexión en el tema de salud, para descansar y estar con la familia, pero también se debe seguir con las medias ante la pandemia.
“Un tiempo de reflexión, un tiempo de conversión, ojalá que aprovechemos estos días santos, yo recuerdo que mi madre nos prohibía ver la tele, era de reflexión y oración”.
El padre recordó que el año pasado las iglesias se mantuvieron cerradas y solo con misas en línea.
“Esta celebración es distinta, aquí estamos y aunque tenemos restricciones ante el aforo y aunque tenemos que seguir instrucciones, sin embargo este año de la Semana Santa pasada a esta, ha habido mucho dolor, enfermedad, mucha muerte, hemos perdido a muchos seres queridos, ha cononocidos, algunos enfermos de Covid, unos con menos síntomas o más, por eso hay que pensar y reflexionar y vivir toda esta situación a la luz de la pasión del señor y está semana tiene que ser distinta”, recalcó.
Año con año las familias abarrotaban las iglesias, con sus ramos y además la vendimia de alimentos y ramos a las afueras de la iglesia, pero este año solamente una persona estuvo vendiendo ramos afuera.