La Tarde / Staff
"Crucifíquenlo", "crucifíquenlo", gritaron los fariseos y los pobladores mientras Jesús era juzgado por Poncio Pilatos, mientras Barrabás era dejado en libertad; fue así que inició el viacrucis en Reynosa.
Alrededor de 100 personas entre jóvenes y adultos, participaron en el viacrucis este viernes santo, que organizó la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en la zona centro.
Iniciaron con la representación en la plaza Niños Héroes, pasando por las calles Madero, JB. Chapa, hasta llegar a la iglesia católica.
Durante el recorrido, se hizo la representación de las 12 estaciones: iniciando cuando Jesús es condenado a muerte, luego en la segunda estación Jesús carga con la cruz, en la tercera estación cae por primera vez y la cuarta estación cuando Jesús encuentra a su madre, María.
En la quinta estación Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz, en la sexta estación Verónica limpia el rostro de Jesús, recibiendo a cambio la sábana santa, la séptima estación Jesús cae por segunda vez, la octava es cuando Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén, en la novena estación estación Jesús cae por tercera vez.
Llegando casi a la iglesia de Guadalupe, se presentó la décima estación cuando Jesús es despojado de sus vestiduras, en la décimo primera estación Jesús clavado en la cruz y la décimo segunda cuando Jesús muere en la cruz y la decimotercera cuando es bajado de la cruz.
Al final, las lagrimas de los presentes rodaron por las mejillas, al ver a Jesús en la cruz.
FUE UN PROCESO AMAÑADO: PADRE
José Luis Cerra Luna, Párroco de la Iglesia de Guadalupe comentó que se recuerda la muerte de nuestro señor, por un lado de dolor, pero también de esperanza, porque al tercer día Jesús resucitó.
"Una muerte que estuvo cargada de injusticias, de mentiras, de un proceso amañado, pero que estuvo también lleno de sufrimiento para nuestro señor, como sabemos fue juzgado injustamente, fue torturado, fue condenado y fue ejecutado en la cruz y para nosotros eso no es un recuerdo histórico que puede conmovernos más o menos, sino que es la fuente de nuestra salvación los acontecimientos de la muerte de Jesús llenan nuestra nuestra fe", dijo.
El padre señaló que todos todos los que participaron en el viacrucis, son miembros de la comunidad, niños jóvenes y adultos, desde las cuestiones logísticas, el sonido y el orden la elaboración de los vestuarios.
"Muy importante porque para nosotros los católicos pues lo central es la muerte, la pasión y resurrección de Jesús y son muchas maneras de presentar nuestra devoción por estos acontecimientos de salvación, principalmente los litúrgicos, pero la tradición católica siempre ha sido muy rica y también hay este tipo de manifestaciones que son muy válidos y que nos ayudan mucho a visualizar a escuchar y no solamente de una manera litúrgica sino también a través de este tipo de manifestaciones", expresó.
CRUCIFIXION. Jesús clavado en la cruz y le clavaron las costillas para ver si ya estaba muerto.