Pugnan porque el Gobierno Federal ordene la eliminación de las cuotas de inscripción en escuelas oficiales, pues en muchas de las ocasiones llegan a ser estratosféricas e impagables, sobre todo para las familias pobres.
"Hay veces en que la gente se ve obligada a recurrir a las casas de empeño a donde llevan algunas de sus pertenencias, televisión, bocina o algún otro aparato a cambio de que les den el dinero que necesitan para inscribir a sus hijos en los planteles", dijo Juan Cifrian Rivera, dirigente del Sindicato de Aseadores de Calzado en la plaza principal de Reynosa.
Cada vez que se acercan las fechas para inscribir a los educandos, es algo así como una pesadilla para los papás y mamás de condición humilde, pues lo que les piden en las escuelas son cantidades altamente lesivas que llegan a ser hasta de $1,500.00 en secundarias, y más en preparatorias y universidades.