La explanada de concreto rebota el calor del sol que cae sobre la obra, aún en gris, del nuevo Museo del Arte del Ferrocarril.
Todavía no está inaugurado, pero la gente cruza por el medio de la construcción para no rodear.
Ya no sirven las líneas de plástico que limitan el acceso a la obra. Están débiles y caídas que la gente ya ni les hace caso.
También está tirado los letreros de advertencia para que la gente no pase.
Todo alrededor de la obra en construcción está desolado. No tiene vida. Algunos negocios ya les cuesta ser vecinos de una obra que no se le ve fin de construcción.
Es sábado por la tarde. Solo pocos obreros trabajando. Eso sí, la obra esta vigilada por personas que no quiere que se fotografíe.
¿Qué quieren ocultar? ¿Que la obra no avanza?
Era para el 2021, más o menos antes de las elecciones, que luego que para septiembre y luego dijeron que para diciembre. Pero “a ojo de buen cubero”, será hasta el próximo año cuando concluyan.
La obra está en gris y le falta mucho, quizá terminan rápido, pero la gente tiene que hacer su vida y sin medir peligro cruzan por en medio de la obra, por un lado, dejan basura junto a bloques de concreto, inclusive llegan a resguardarse del sol con la sombra que produce una pared a medio construir.
La gente pasa de prisa pero es inevitable preguntar: ¿Cuándo acaban?