Los mexicanos que son deportados desde Estados Unidos hacía Reynosa también siguen medidas de higiene y prevención para no contagiarse del Covid-19.
En los albergues se han separado las camas, el mobiliario compartido que incluyen comedores, sillas y mesas se colocó respetando la distancia mínima de 1 metro.
Al llegar, deben bañarse y cambiarse de ropa, comprometerse a lavarse las manos de forma constante, usar gel antibacterial, además se ser sometido a un cuestionario médico sobre sus contactos y viajes recientes. “Hemos tenido oportunidad de aislar su estancia, es decir, los invitamos a que salgan lo menor posible antes de retornar a su estado, por lo general su estancia no es mayor a 48 horas, pero aún así, acomodamos las camas, mesas, sillas, todo el mueble para cuidarlos con una distancia”, explicó Catalina Carmona, encargada del Albergue “Nuestra Señora de Guadalupe”.
Estas medidas se aplican desde el pasado 17 de marzo, cuando autoridades municipales frenaron la emisión de permisos para eventos sociales, a la par de que el Gobierno Estatal decretó suspensión de clases en todos los niveles.
En la actualidad se atienden a un promedio de 40 personas al día, quienes reciben alimento, hospedaje, asesoría legal, revisiones sanitarias y apoyo para comunicarse con sus familiares, aunque las instalaciones tienen capacidad para hasta 150 personas. “Constantemente tenemos visitas de médicos sin fronteras y de la cruz roja, ahorita les estamos pidiendo ciertas medidas sanitarias desde que van llegando, hay que tomar en cuenta que vienen con niños, por eso es importante que se protejan”.
En el ingreso se colocó un tanque de agua acompañado de jabón para que todo el personal se lave las manos.
MEDIDAS SANITARIAS
Deben bañarse al llegar.
Se les invita a no salir.
Usan gel antibacterial.
Lavado de manos constante.
Separan mobiliario.
Alternan camas.