El incremento al salario mínimo, anunciado para el próximo 1 de enero, ha generado preocupación en el sector empresarial y comercial debido a los efectos negativos que, aseguran, traerá esta medida, por lo piden a las autoridades federales que los aumentos salariales se negocien tomando en cuenta la capacidad económica de cada empresa.
Santiago González Cavazos, vocero de la Central de Abastos de Reynosa, hizo un llamado para que los aumentos salariales se logren de acuerdo a la capacidad económica.
"Que sean negociados con la capacidad económica de tal empresa, respetando claro, no puede haber abusos porque estamos en un mercado libre; si yo le quiero pagar poco a un trabajador mi competencia le va a hablar y le va a dar más, entonces, el mismo mercado regula los sueldos, así como se regulan los precios. Yo no puedo vender muy barato ni muy caro porque mi competencia va a reaccionar, eso es lo que se estuvo haciendo muchos años y consideramos que debe ser lo más factible", dijo.
Explicó que este ajuste podría repercutir en inflación y despidos, lo que agravaría la situación económica actual.
Detalló que durante años los salarios se negociaban entre las empresas, sindicatos y trabajadores, de acuerdo con la capacidad económica de cada organización, sin embargo, con los incrementos recientes el salario mínimo se ha convertido en un referente para los sueldos generales, lo que ahora podría provocar inflación.
"Esos sueldos, esos incrementos nos han alcanzado. Ya, lo que realmente gana, la gente ahora sí es posible que vaya a causar inflación y pesada; ese es uno de los detalles. Otro es la brecha que han generado esos incrementos de salario, entre lo que es el salario mínimo general y el salario mínimo profesional, ya que una persona con una capacidad técnica casi está ganando lo mismo que un salario general, entonces, empieza a generar una falta de deseo y superación para los jóvenes, entonces sí es peligroso eso por ese lado", dijo.
Aunado a esto, comentó que las cuotas de seguridad social han incrementado aproximadamente un 111% en los últimos años, sin que esto se refleje en una mejor calidad de los servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del
Infonavit.
"Las cuotas no se han visto reflejadas en una calidad de servicio de seguridad social para los trabajadores, está la cadena permanente de la cuestión de falta de medicamentos, falta de atención médica, falta de infraestructura y falta de hospitalizaciones para los derechohabientes", expresó.
El vocero explicó que estos incrementos terminan convirtiéndose en costos adicionales para las empresas, los cuales se trasladan a los precios de los productos y servicios.
"A final de cuentas estos gastos se van a convertir en costos, estos costos aterrizan en precios y los precios los paga el consumidor y los incrementos de precios, por más que tratemos de disfrazarlos, va a generar inflación; ésa es la visualización que tenemos ahorita. Esperamos que la situación económica en el país mejore sustancialmente, sobre todo la cuestión de la volatilidad del tipo de cambio, que también es un factor que aquí en la frontera nos impacta
mucho".
González Cavazos también alertó sobre el riesgo de que estos incrementos contribuyan a elevar los niveles de desempleo.
"Probablemente tengamos que despedir uno y tenemos un problema muy fuerte en el país; va a ser porque hay mucha gente que no tiene derecho a la cuestión de la seguridad social y va a traer, como consecuencia, estos incrementos que se eleve más el desempleo",
resaltó.