Abrir un rastro oficial en Reynosa, según la dirigencia de la Asociación Ganadera de Reynosa, no se cree que sea redituable, porque la matanza de animales ha venido de más a menos pues la mayor cantidad de carne que llega a la ciudad es en caja.
"En la ciudad se cuenta con un rastro privado y con el servicio que da el municipal de Río Bravo, es suficiente para cubrir la demanda en ese sentido", dijo José Cantú López, presidente de la AGR.
En el rastro local se matan de 20 a 25 cabezas de ganado por semana y algo de puerco y de lo que se produce en el municipio, un 20% se canaliza a la exportación y lo demás se queda para el consumo nacional y local.
Lo que se mata aquí es lo que queda en unas engordas pequeñas, agregó.
Aquí había un rastro tipo TIF por carretera a San Fernando, que fue construido con inversión de algunos socios de la ganadera y apoyo del gobierno estatal, pero cerró sus puertas en el último año de la administración municipal de Francisco García Cabeza de Vaca.
En el caso del particular que está operando aquí, también se hizo con aportación económica particular y también con respaldo del gobierno del estado, señaló Cantú López.