Afuera de las casas afectadas por las inundaciones que originó el huracán, Hanna, el panorama es desolador, el agua se llevó el esfuerzo de varios años de las familias.
Sala completa, refrigerador, mesa, sillas, roperos, televisores de plasma, colchones, ropa de niños y adultos.
Además en los negocios como estanquillos, estéticas y otros, también hacen el recuento de los daños: producto echado a perder, muebles que ya no sirven.
Algunos tratan de secar los muebles para posterior lavarlos y seguir usándolos, pero en otros casos no se puede por la magnitud de la inundación que llegó casi a los techos de las viviendas.
La labor ahora es la desinfección de las casas, por lo que se saca todo lo que ya no funciona, mientras se ve tirado a la basura, el esfuerzo de muchos años, el ahorro para comprar la televisión, un colchón o la base de una cama, que no son baratas.
Las familias luego de pasar el susto, salir de prisa de sus casas, solo con lo que tenían puesto y con sus mascotas, ahora han regresado a sus viviendas, las pérdidas son completas en algunos casos, por lo que esperan apoyo de las autoridades.