El abandono en las obras de limpieza y dragado del lirio acuático que invade amplias áreas del cuerpo de agua del Canal Anzalduas, han tomado ya un nivel de riesgo para el ecosistema que depende del mismo.
La superficie verde de la planta invasora, ha avanzado desde el puente del inicio de la carretera Ribereña y Río Mante hacia el puente de Herón Ramírez y bulevar Hidalgo.
Cientos de metros se ha extendido el lirio acuático que se ha convertido en parte de un ecocidio que amenaza toda vida que depende del Anzaldúas.
El lirio acuático no representa ningún beneficio para este ecosistema, solo para efectos de ornato por la inmensa “alfombra” de color verde que cubre el cauce del canal Anzaldúas.
Esta planta invasora impide el paso de la luz sol y la filtración del oxígeno que necesitan los peces, tortugas y otras especies.
Al bloquear el paso de la luz solar y el oxígeno reduce estos elementos y solo causa: muerte.
Hace unas semanas La Tarde documentó los trabajos de limpieza y mantenimiento con apoyo de una grúa, pero apenas unos días se suspendieron y el poco lirio acuático retirado, inmediatamente fue cubierto y se amplió mucho más.