El día más esperado para la comunidad católica en esta frontera se celebró ayer al rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe por el aniversario 488 de su aparición a San Juan Diego en el Cerro del Tepeyac.
Cientos de veladoras, rosas, imágenes, niños disfrazados, peregrinos, así como danzantes adornaron la zona centro, protagonizando el encuentro católico a la par de los frailes que arrojaban agua bendita y de los sacerdotes encargados de ofrecer misas de honor.
El fervor guadalupano en Reynosa provocó el llanto en aquellos que se acercaban a la figura de la Virgen ubicada a un costado de la plaza principal, pues al recordar las vivencias de los últimos días expresaban agradecimiento.
“Ella es nuestra madre, tengo mucho que agradecerle porque me ha conservado a mi familia con bien, con salud, no hay palabras que me permitan describir lo que yo siento cuando hablo con ella, cuando la venero”, indicó María Elena Medina, habitante de la colonia Juárez.
Las ofrendas se colocaron en cualquier rincón o espacio donde estuviera su imagen.
EL OPERATIVO
De acuerdo a información oficial estos festejos reunieron durante las primeras horas del 11 y 12 de diciembre por lo menos a 10 mil católicos, provocando que calles como J.B. Chapa, Benito Juárez, Zaragoza, Porfirio Díaz, Hidalgo, entre otras tuvieran restricciones vehiculares por hasta 24 horas.
De acuerdo a la Diócesis de Matamoros, los festejos relacionados a la Virgen de Guadalupe marcan el inició de la unión familiar, la devoción hacía la iglesia católica y el interés por mantener una vida equilibrada bajo la palabra de Dios.