La desaparición de la Financiera Rural no perjudica en nada al campesinado porque nunca les otorgó directamente un crédito para trabajar las tierras.
"Borrarla del mapa nacional, fue la mejor decisión que se haya tomado, pues no nos servía para nada", aseguró Mauro Barrera Martínez, delegado del 14 Comité Regional Agrario de Reynosa.
Los que manejaron esa oficina en el país, le prestaban dinero pero a las casas comerciales y estas a su vez hacían llegar los créditos a los productores del campo, añadió.
Actuaban esas casas comerciales como intermediarios y nadamás.
"Creo que se habían tardado en desaparecerla porque al menos a los ejidatarios no nos beneficiaba el hecho de que estuviera operando", sentenció.
Ahora los campesinos seguirán sin apoyo crediticio, pero con la firme decisión de continuar con la tarea de arrancar el grano a sus tierras a base de mucho esfuerzo y sacrificios y sin contar con el apoyo de ninguna instancia gubernamental. Es triste decirlo, pero esa es la realidad.
Ojalá y el gobierno federal volteara a vernos y estableciera un programa de apoyo crediticio con intereses blandos para bien de quienes nos dedicamos a la producción de alimentos en el campo, puntualizó Barrera Martínez.