Por diversas calles de la ciudad existen postes de madera o concreto con diversas anomalías que ponen en riesgo la integridad de los peatones, automovilistas y habitantes del sector, pese a los reportes, ni la Comisión Federal de Electricidad, ni los sistemas de telecomunicaciones han acudido a los puntos para dar solución.
El problema de hizo más evidente luego de que fuertes vientos, granizo y lluvia azotaran a la ciudad el mes pasado, sobre la calle Ocampo y Matamoros, a una cuadra de la Secretaría de Relaciones Exteriores está un poste que fue derribado a la mitad, sostenido por un conjunto de cables que le impiden tocar el suelo y por debajo, su base muestra las marcas del descuido.
Lo mismo ocurre sobre la calle Iturbide donde la fuerza del cableado impide que el poste caiga contra los cientos de automovilistas que a diario transitan rumbo al centro de la ciudad.
La inclinación de los postes ha causado en diversos momentos fallas en los servicios básicos, situación que han denunciado vecinos de la colonia Ribereña, al tener un desperfecto sobre la calle Josefina Menchaca al cruce de Manuel Altamirano, zona cercan a escuelas y centros comerciales.
En la espera de solución, los habitantes peligran, con el temor de un corto circuito o de ser víctima de un accidente por la nula atención de proveedores.