Hace unos días Tamaulipas y Nuevo León fueron objetivo de “bombardeo” de nubes para provocar la precipitación de lluvias en ambas entidades que han padecido los efectos de una prolongada sequía, pero todo ha resultado inútil, pues no se han presentado lluvias.
El pasado martes se registraron lluvias en la ciudad de Monterrey y zona conurbada, ayer en Reynosa sólo cayeron unas cuentas gotas de agua que ni siquiera humedecieron las calles de la ciudad.
Por lo que avizora que, a diferencia de años anteriores, en esta próxima temporada de lluvias que inicia a partir de junio, será “seca” y con poca agua.
Lo que también ha tenido un impacto en la captación de agua en las presas de Tamaulipas que se encuentran en su nivel más bajo de los últimos entre un 26 por ciento a 30 por ciento de su capacidad, lo que compromete el abasto de agua para el verano que está por iniciar.
Ni siquiera el arribo de un moderado descenso de temperatura pronosticado con lluvias, ha tenido el efecto esperado de lograr algunas lluvias en la ciudad.