A paso de tortuga se construye el llamado Museo del Ferrocarril y aún cuando ya va en su cuarta etapa, aún le faltan detalles tanto al exterior así como al interior del edificio en el que se invierten más de 80.9 millones de pesos.
Para no pocos comerciantes de la zona centro y sobre todo de quienes realizan su actividad a unos pasos de la vieja estación ferrocarrilera, a la obra millonaria que mucho presumen las autoridades municipales encabezadas por Carlos Peña Ortiz, no le vislumbran mucho futuro.
Para algunos hombres de negocio, lo mejor hubiera sido que se destinaran los muchos millones de pesos a otro tipo de obras como por ejemplo a la pavimentación de calles que tanta falta hacen en colonias populares alejadas del primer cuadro de la ciudad, pero también en otras como la Aquiles Serdán, Carmen Serdán, reponer el pavimento en la avenida Revolución a la altura de la colonia Ferrocarril, entre otras muchas más carentes de ese tipo de importante servicio.
Su inauguración se ha postergado en varias ocasiones y no sería raro que en los próximos meses llegara a suceder lo mismo.
EL INTERIOR
Tanto al exterior como al interior, se observan muchos detalles que están pendientes y esos son precisamente los que más tiempo se llevan.
Una gráfica tomada desde fuera hacia dentro del edificio que aún no se concluye, da muestra clara de que no tiene aún ni el cielo falso, hay cables tirados por doquier, no hay puertas de los departamentos, en fin, todavía les falta buen trecho por recorrer a quienes están a cargo de los trabajos.
La obra ha sido cuestionada en reiteradas ocasiones por quienes piensan que no tendrá el éxito y que dentro de pocos años una vez que se inaugure, quedará convertida en un elefante blanco.