La falta de un censo sistemático en los panteones municipales de Reynosa se ha convertido en una preocupación para las autoridades y la comunidad, aunque ayer se observó a personal municipal realizando un censo en el panteón "Sagrado Corazón". Este esfuerzo ha sido calificado como insuficiente para abordar la crisis de espacio y el estado de las tumbas.
El panteón en mención, al igual que otros cementerios pertenecientes al municipio, enfrenta un problema crítico: la falta de espacio para sepultar a nuevos difuntos. La situación se ha vuelto más apremiante durante el Día de Muertos, cuando las familias acuden a recordar a sus seres queridos y se encuentran con la realidad de tumbas abandonadas.
La visita de las autoridades para realizar un censo representa el inicio de la liberación de espacios para nuevos entierros, pero la falta de un enfoque integral ha dejado muchas interrogantes sin respuesta. Expertos y ciudadanos coinciden en que se necesita dedicar más tiempo y recursos para identificar efectivamente los espacios disponibles y evaluar el estado de las tumbas.
El reglamento de Panteones del municipio de Reynosa establece, en su capítulo IV, que las fosas pueden ser adquiridas temporalmente o de manera perpetua. Según el artículo 35, los cadáveres en fosas temporales pueden permanecer hasta seis años, para adultos, y cinco para niños, siempre que se realicen los pagos anuales de refrendo. Sin embargo, muchos familiares no reciben información adecuada sobre estas obligaciones, lo que contribuye al abandono de tumbas y complica la recaudación de fondos necesarios para el mantenimiento. La falta de un censo completo impide a las autoridades verificar el cumplimiento de estas normas y la situación real de cada sepultura.