Luego de que una cadena de pizzas en esta frontera, les negara el servicio por andar a pie y no en un vehículo, una pareja de hermanos de la colonia Almaguer optó por utilizar uno de juguete.
Una camioneta de plástico, con dos asientos infantiles, faros de niebla, en color morado e interiores rosa, fue la elegida. “Para el 10 de mayo, mi hermano y yo le queríamos regalar a mi mamá una pizza, hawaiana, de la que más le gusta, pero nos dijeron que no podían vendernos porque no traíamos carro, entonces jugando le dije, pues llévate la “mamalona”, como un juego, no pensé que se atreviera, lo hizo y llegó con la pizza”. mencionó Valentina.
Ella decidió grabar la hazaña de su hermano Abraham de apenas 16 años con su celular y subirla a las redes sociales, en el clip, se observa la camioneta morada, formada como cualquier vehículo, esquivando incluso motocicletas y respetando los señalamientos viales, en un clima de asombro de los otros conductores.
Lo que inició como un juego, en cuestión de minutos se hizo viral. “Dejé atrás la pena de andar ese carrito, de hecho batallamos un poco para encenderlo porque en la pila hay un falso, ya cuando me subí, tomé confianza, todos los que me vieron se estaban riendo y si batallé para manejar, pero cumplí con el objetivo, que me vendieran”, dijo Abraham.
“La mamalona“ costó alrededor de 800 pesos y se compró a crédito, como parte de un regalo para los hijos de Valentina, pero ahora, los juegos infantiles han pasado a segundo termino y la familia Santiago Márquez ha comenzado a hacer mandados en esta contingencia sanitaria.
Por lo que cada vez es más común verla en la fila de restaurantes y de tiendas de autoservicio. “Jamás pensamos que a la gente le gustaría tanto la idea, ahora ya tenemos un canal de youtube y de facebook, pueden buscarnos como locuras con tachi o valentina santi, queremos que la gente vea que todo es posible, que aún cuando te digan que no se puede, siempre existen formas”, insistió Valentina.
El sueño de esta pareja de hermanos, es adquirir en un vehículo propio y que “La mamalona” se convierta en un ejemplo de que para la imaginación no hay limites, por lo que tanto trabajan arduamente en una florería familiar. “Sabemos que se necesita mucho dinero para un carro, por eso trabajamos duro, algún día lo vamos comprar“. concluyó Abraham.