Aunque Estados Unidos aplica desde hace algunas semanas la expulsión de venezolanos por fronteras mexicanas, a los campamentos establecidos en la ciudad de Reynosa, son pocos los que han llegado.
La comunidad se considera apenas simbólica, por lo que se ha concentrado en las secciones I y II de Senda de Vida, donde también se encuentran otros venezolanos que aún no cruzan, y que esperan hacerlo legalmente a través de un proceso de asilo.
El director del refugio Héctor Silva, ha dado a conocer ante autoridades locales, estatales y federales, que se vive una crisis con los migrantes, debido a que no un espacio suficiente para brindarles asistencia, hospedaje o alimentos de manera gratuita.
"Tenemos miles de familias en las calles que están pidiendo ingresar a los Estado Unidos, y nosotros hacemos lo posible porque estén en los refugios, pero no podemos recibir a todos, las familias con hijos son nuestra prioridad, también las mujeres embarazadas".
La deportación de venezolanos por las fronteras de Tamaulipas se ha concentrado más en Matamoros, donde hace algunos días, algunos realizaron una protesta en la inmediaciones d el Puente Internacional Matamoros-Brownsville, por lo que esta vía internacional tuvo que cerrar por un promedio de cinco horas.
En el caso de Reynosa, los venezolanos conviven con otros migrantes que esperan también asilo legal en los Estados Unidos, siendo mayoría los que vienen de Haiti y Centroamérica.
Antes de la pandemia por Covid-19, los venezolanos y cubanos lideraron las listas de migrantes en Reynosa, y se caracterizaron por emprender diversos proyectos de negocio.
Entre los venezolanos que buscan asilo en Estados Unidos hay múltiples profesionistas, que indican que en su país natal, no hay salario que alcance para una vida digna.