El señor Jesús Ramírez, de 65 años, forma parte de la lista de personas que se han quedado sin empleo de forma injustificada a raíz de la pandemia del Covid-19.
A finales de marzo, su empresa optó por enviarlo a casa a descansar, bajo la premisa de que le pagarían una parte proporcional del salario, pero al no recibir ningún depósito, buscó a los directivos quienes le notificaron su despido.
“Primero me dijeron que yo y otros compañeros tendríamos que descansar por el coronavirus, al ser parte de los sectores de riesgo, es la empresa Aramark, pasan unas semanas no nos depositan, buscamos respuesta pero se nos esconden, luego cuando por fin pude hablar por teléfono con ellos me dicen que estoy despedido, alegando que fui yo el que no se presentó a laborar, cuando ellos me descansaron”.
Tenía casi 2 años trabajando para la empresa.
Hasta el momento ni él ni sus compañeros han recibido una respuesta satisfactoria, y además al estar restringidas las atenciones en las oficinas de Conciliación y Arbitraje, son pocas las herramientas que tiene para solucionar su caso.
Por lo que insiste. “Yo no me niego trabajar, a pesar de que soy diabético e hipertenso tengo ganas de salir adelante, ellos fueron los que me dijeron que ya no me presentara y luego lo usaron como causa para despedirme, no podemos soportar esto, hasta la fecha no me han dado ni finiquito, ni mi pago de servicios pendiente, mucho menos utilidades, no he recibido nada”.
Por lo pronto, Ramírez se ha convertido en otra queja más y de acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Económico en esta frontera, la crisis económica que ha provocado el nuevo coronavirus provocará que casi 8 mil reynosenses se queden sin empleo.