El bullicio de los niños, las risas, los juegos y las pláticas de los padres: nada se escucha, por el contrario, el panorama es un ambiente sin actividad.
Así lucen las plazas públicas y parques de la ciudad: lugares como la plaza Treviño Zapata, muy conocida y concurrida por la población, ahora se encuentra en solitario, pocos acuden.
En dicha plaza se concentra normalmente gran cantidad de personas de diferentes colonias y siempre hay vendimia en los alrededores, raspas, elotes, tamales, tacos y hamburguesas, incluso un trenecito realiza recorridos con los niños en diversos puntos y los regresa a la zona, pero todo ha cambiado, ya que no hay menores corriendo por los juegos infantiles ni venta de productos.
Otros parques públicos también lucen tranquilos, poca gente se anima a salir por la mañana o tarde, aunque en algunos casos la gente acude a caminar por las tardes ante el aburrimiento que ocasiona el aislamiento social.
Pese a que siguen la actividad en las calles pese a contingencia, los parques lucen más tranquilos, algunos han tomado las recomendaciones de las autoridades de quedarse en sus casas, aunque no todos.
El Covid-19 ha trastocado la vida de las familias y de los vendedores que se dedican a la venta de antojitos y que realizan sus ventas en los alrededores de las plazas.