Madrugan para llevar a sus hijos a la escuela en Texas

Aún resienten los efectos de los operativos de la Guardia Nacional para pasar el puente internacional

El Mañana / Staff.-  Madres y padres de familia enfrentan un "via crusis" para que sus hijos acudan a estudiar en el Valle de Texas, con el fin de tener una mejor educación.

Ana Sofía es una de las muchas madres mexicanas que diariamente enfrentan largas filas en los cruces internacionales para llevar a sus hijos a la escuela en el Valle de Texas, ante los retenes que se han instalado desde hace alrededor de dos semanas.

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La travesía comienza a las 3:00 de la madrugada, cuando se despierta para preparar a su hijo y enfrentar el tráfico, una rutina que se ha vuelto más complicada  debido al incremento en los tiempos de espera, ya que la Guardia Nacional detiene los vehículos y los revisa.


4 HORAS PARA CRUZAR

El día de hoy, llegó al tramo -bajando del puente de la joroba- y las 4:20 de la mañana comenzó la fila y avanzó lentamente, pasó por el retén a las 7:03 de la mañana, posterior cruzó a Estados Unidos a las 8:20 y de inmediato llevó a su hijo a la escuela. 

Después de dejarlo, estacionó su automóvil en un estacionamiento donde se pagan 7 dólares por día, equivalentes a aproximadamente 160 pesos, y prefirió cruzar de regreso a pie para acudir a su trabajo en Reynosa. 

Por la tarde, repitió el proceso, cruzó nuevamente a pie, para evitar las hora de espera en la fila, recogió su vehículo y esperó a que su hijo saliera de clases.

"Es un vía crucis, pero es un sacrificio por su educación, anteriormente no nos tardábamos tanto, nos preparábamos para cruzar, pero no eran horas como se hacen actualmente, son revisiones sin sentido, nos tardamos tanto para que los niños acudan a estudiar, necesitamos que se resuelta esta situación porque nos están afectando", dijo, Ana Sofia.

Desde hace dos semanas, las filas en los cruces internacionales han sido un reto para cientos de familias que, como Ana Sofía, deben salir con muchas horas de anticipación para no afectar la educación de sus hijos.

Prácticamente, la familia destina parte del día para cruzar y regresar para que su hijo estudie.

"A veces hasta les echan la luz, mi hijo va dormido, abren las ventanas, las puertas, es ilógico".

"Estamos cansadas, no estamos en contra de que se vigile, pero necesitan otra estrategia, que cambie, que no afecte, no solo son los estudiantes, son negocio, comercio, turismo", expresó.