El pasado lunes, más de dos mil empleados municipales, incluyendo regidores y síndicos retomaron oficialmente sus labores tras el periodo vacacional de verano, pero en la presidencia municipal de Reynosa, alguien falta; el alcalde.
Aunque su equipo insiste en que si acude varias veces por semana, Carlos Victor Peña Ortiz no aparece en ningún evento público.
Él tomó protesta en octubre del año pasado, pero ahora enfrenta una orden de aprehensión por el delito de operaciones con recurso de procedencia ilícita que fue girada por un juez de control hace más de dos meses.
En sus diversos intentos por figurar como el responsable del Ayuntamiento, todo se ha limitado a publicaciones en redes sociales.
Debido al temor de que sea aprendido y responda ante la justicia.
Su equipo de comunicación social detalló ayer a La Tarde que no hay motivos para que aparezca o declare hacia los medios de comunicación y que por lo pronto solo se contemplan apariciones en reuniones para atender emergencias climáticas, como la instalación del comité de protección civil, cuya fecha se mantiene tentativa a los próximos días.
Anteriormente, se ha evidenciado que se cambiaron cerraduras de las puertas de presidencia municipal y que se colocaron más cámaras de vigilancia.
En los videos y fotografía que se comparte en sus redes, usuarios han evidenciado que se trata de material de archivo y que además recreó el escenario de su oficina de despacho en presidencia, en otro lugar de donde se conecta a distancia a las sesiones de cabildo.
LO QUE GANA
De acuerdo al portal de transparencia del Ayuntamiento de Reynosa, aún sin acudir a trabajar de manera presencial Carlos cobra un mínimo de 55 mil 417 pesos al mes y de hasta 64 mil 671 pesos.
Una cantidad a la que deben agregarse de 30 mil a 100 mil pesos mensuales como parte de una “remuneración extraordinaria”.
Es decir que de acuerdo a los tabuladores, el salario mínimo que recibe incluyendo compensación es de más de 85 mil pesos, y el máximo que supera los 164 mil pesos.
¿HASTA CUÁNDO?
Mientras han pasado más de dos meses en este escenario de incertidumbre, las convocatorias de cabildo se mantienen de manera “virtual”.
Incluso regidores afín a su partido presentaron una carta, para exhortar al ejecutivo estatal y ciudadanos a que Carlos sea reconocido como alcalde, bajo la idea de que todas las acusaciones forman parte de una campaña política.