Mexicanos que han cruzado de manera ilegal hacia Estados Unidos también han sido expulsados hacia Reynosa en las últimas semanas, encontrándose con un panorama de saturación dentro de los albergues.
Aunque la deportación de connacionales no es nueva, el delegado del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM), Ricardo Calderon Macías indicó que también enfrentan dificultades para dormir o alimentarse.
“Estados Unidos tiene sus leyes, buscan cómo cumplirlas y toman sus decisiones con el tema de los migrantes que van ilegales, a nosotros nos toca ver el tema de asistencia y de coadyuvar para que no se violenten sus derechos humanos, pero vemos con gran tristeza lo que está ocurriendo en la ciudad, los migrantes están divagando por la ciudad, buscando un plato de comida, un vaso de agua”.
La llegada de los migrantes mexicanos a Reynosa surge a la par de las expulsiones de cientos de cubanos y nicaragüenses que La Tarde ha reportado, y que de acuerdo a las autoridades obedece al cumplimiento del título 42.
Aunque por lo pronto no se han contabilizado cuántos migrantes mexicanos han sido deportados desde Estados Unidos en este año a Reynosa, Calderón Macías detalló; “Han sido muchos los mexicanos deporta Estados Unidos, en los últimos días hemos visto hasta dos camiones al día por el puente internacional Reynosa-Hidalgo, incluso los usuarios de este lugar se han percatado, el Instituto Nacional de Migración (INM) debe hacerse responsable también de lo legal ”.
En este sentido, hay quienes intentan volver a cruzar con el apoyo de una asesoría legal y otros que optan por regresar a casa, bajo el programa de repatriaciones que financian grupos internacionales.
EL DESALOJO DE LA PLAZA
La Plaza de la República ubicada frente al Puente Internacional Reynosa-Hidalgo fue el campamento y hogar temporal durante el último año de miles de migrantes que buscaban cumplir el “sueño americano”.
El desalojo que ocurrió a principios de este mes, detalló el titular del ITM empeoró la situación.
“Esto se hizo con engaños de parte de la autoridad municipal, manifestando que se les iba a llevar a un lugar seguro, si bien la mayoría de migrantes ya había cruzado hacía Estados Unidos, los que quedaron aquí siguen sin un espacio, están viviendo en la calle, afuera de un árbol dependen de apoyo de asociaciones, con una promesa de un albergue”.