Los restauranteros no esperan un buen cierre de año, ya que la inflación y los requerimientos tributarios son cada vez más difíciles.
Bladimir Cortez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados comentó que no se augura un fin de año bueno, ya que los del gremio deben poner una lupa para evitar fugas y mermas, ya que un mal cálculo, merma la utilidad.
"Se espera un fin de año de mucha movilidad, eso sí, pero los números no son nada favorables, la carga tributaria sigue siendo más fuerte, los requisitos de las diferentes dependencias son más difíciles de cumplir", dijo.
Señaló que toda esta carga tributaria, administrativa, el incremento al salario mínimo que se está dando, el incremento en las vacaciones que se va autorizar en el Senado, y los incrementos a los productos de la canasta básica por el tema de la inflación, afecta a los negocios dedicados a la elaboración de alimentos.
El dirigente señaló que se acaba de cerrar un restaurante muy emblemático de la ciudad, en la zona centro, en la terraza de un hotel, que no fue más que por otra cosa, que por la carga.
Explicó que antes, poner un negocio de alimentos siempre dejaba, pero ahora no, porque si se formalizan, llega el SAT, IMSS y COEPRIS.
"Viene un fin de año muy difícil por lo mismo sinceramente los márgenes de utilidad son muy mínimo, antes no era así, antes trabajas 100 pesos y te ganabas 50 pesos, ahorita para ganarse un peso un restaurante de comida, la lista no tiene fin, es algo muy pesado", recalcó.
Señaló que la cámara busca capacitar a los restauranteros para que puedan ser más eficientes.