Cenar pavo en el Día de Acción de Gracias o en la noche del 24 de diciembre, por el precio alto que ha alcanzado al paso de los años, ha quedado fuera del alcance de la clase trabajadora local, y más para quienes menos salario ganan.
El citado comestible que se consume el cuarto jueves de noviembre de cada año en Estados Unidos, esta vez caerá la fecha el día 23, en tanto que el producto alcanza ya en algunas negociaciones el precio de hasta $100.00 y más el kilogramo, lo que es prohibitivo para las familias obreras.
Aunado a eso, todavía hay que agregarle los costos del relleno que consiste en ponerle desde vino blanco o rosado, carne de res o de cerdo, pasas, cebollitas cambray, nuez moscada, almendras picadas, arándonos, una manzana en cubos, crutones, entre otros ingredientes más, dijo el dirigente del Sindicato de Trabajadores en la Industria Embotelladora, Filiberto López Adame.
Hay algunas amas de casa que lo cocinan en horno, pero otras lo preparan guisado.
Entre la mayoría de la gente de ciudades fronterizas con el país del norte, ante lo caro que cuesta el pavo crudo o horneado, prefiere celebrar la Noche Buena, con un pollo o carne asada o bien con tamales.
NOCHEBUENA
Donde sí son más las familias mexicanas que gustan de comer pavo, es en la Nochebuena, el 24 de diciembre de cada año, aunque otras más prefieren cenar otro tipo de comestibles, pues para los trabajadores y más para aquellos que menos ganan, les resulta prohibitivo consumir ese tipo de platillo.