Pese a los simulacros de votaciones en donde se practicó un protocolo de higiene y de sana distancia para la jornada de votos, en la mayoría de las casillas las reglas pasaron desapercibidas.
El interés por emitir un sufragio y la tardanza para abrir las urnas provocó aglomeraciones de los votantes.
Las marcas de espera que se colocaron en el piso con cintas amarillas no se respetaron, tampoco la instrucción para que solo 2 personas ingresaran a la casilla de forma simultánea.