Reynosa vive incremento en los suicidios, ansiedad y depresión, entre niñez y juventud, la otra pandemia que ha dejado el Covid-19, por lo que piden a las familias encender las alertas y actuar ante los signos de alarma.
En lo que va del año en la ciudad, se han reportado un incremento de los suicidios del 2 a 3 por ciento, con alrededor de 19 a 20 casos en lo que va del año, la más reciente una joven de 22 años de edad que se quitó la vida.
Además la tasa de suicidio en Tamaulipas ha mantenido un incremento acelerado, mostrando su mayor pico en el 2021, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en el informe "Estadísticas de Defunciones Registradas en el 2021", que arroja que en Tamaulipas 212 personas decidieron terminar con su vida.
De acuerdo al INEGI, los casos de suicidio fueron de forma violenta, a través de métodos como ahorcamiento, estrangulamiento, sofocación, y los menos con contacto traumático con arma blanca, envenenamiento y exposición a sustancias nocivas, así como con arma de fuego.
Amadeo de Leon Carrillo, médico psiquiatra comentó que anteriormente se tenían en promedio 30 suicidios cada año.
Los cuadros de ansiedad, fobias, obsesiones, miedo, depresión o esquizofrenia, se agudizaron por falta de atención.
Además las depresiones secundarias -cuadros depresivos- que estaban latentes, se dispararon con las reacciones de duelo por la pandemia tan dramáticas, por el aislamiento, luego se generó la crisis económica.
"Hubo muchos cuadros de depresión que fue lo que desencadenaron la incidencia de suicidios, de hecho algunos se dieron parte del 2021 y 2022", dijo.
Y agregó: "Todo esto generó algunas depresiones que no fueron diagnosticadas como tales y que desencadenaron estos cuadros, esta incidencia de suicidios un poco más elevada".
El psiquiatra explicó que han detectado en la consulta privada más casos de depresión, de fobias, obsesiones, ataques de pánico y ansiedad generalizada.
"Todos estos cuadros aumentaron más un 5 por ciento más que años anteriores ahora durante la pandemia y los cuadros depresivos", recalcó.
Para el médico es importante que la familia esté alerta y detectar los signos para poder ayudar al ser querido.
LOS SIGNOS DE ALERMA
El psiquiatra recalcó que los signos de alarma son: la tristeza, llanto sin motivo, incapacidad de sentir placer, además se empiezan a aislar, pierden la motivación para vivir y cuando todo eso empieza a repercutir en el área laboral, familiar o escolar, se debe actuar.
"No disfrutan ni la comida, ni la compañía, salen y se sienten igual, hay que tomar en cuenta si hay un riesgo de suicido, preguntárselo, que quieran dejar de vivir, quedarse dormido, ya no despertarme hasta que se acaban los problemas", apuntó.
Y recalcó: "Es cuando empiezan, hay cierto grado de riesgo suicida, eso puede ir aumentando, lo ha intentado, es cuando deben los familiares inmediatamente pedir ayuda".
El médico señaló que en los jóvenes se observa mucho el cutting, que se cortan el brazo, las piernas, como un tratamiento, una solución a los problemas y llega el momento que no tienen control, generando lesiones fuertes.
"A veces da miedo preguntar. como a veces nos salga mal los exámenes, generalmente al preguntar o verbalizar lo hacen más conscientes, para que acepten ayuda, no subestimar a cualquier manifestación de querer morirse, de querer hacerse daño", expresó.
Amadeo de Leon Carillo señaló que el apoyo de la familia es importante ante patrones con depresión de más de 6 meses, porque ya es enfermedad o cuadros agudos durante un mes.
"Hay que estar alerta si hay antecedentes de que esa persona, lo ha intentado, si hay antecedente de algún familiar se haya suicidado, todos estos factores aumentan que la persona lo intente o lo logre", recalcó.
En los menores y adolescentes, se da más la irritabilidad, aislamiento, son intolerantes y tiene bajas calificaciones.
ESTADISTICAS
Del 2018 al 2021, el INEGI ha reportado un total de 750 suicidios en esta entidad, afectando, principalmente, a los jóvenes de entre 10 a 34 años de edad.
Los grupos de edad de 15 a 24 y de 25 a 34 son los que concentraron el mayor porcentaje de suicidios, con 24.5 y 27.3 por ciento, respectivamente.