En la escuela primaria "Narciso Mendoza", el Día de Muertos no sólo es una tradición, sino una oportunidad para fortalecer los lazos entre alumnos, maestros y padres de familia, quienes participaron en la elaboración de un megaaltar que ocupó un salón completo.
Este año, el altar fue dedicado a la señora Josefina Martínez Zapata, madre del profesor Arturo Trejo Martínez, en un gesto de solidaridad y cariño que refleja el sentido de familia que caracteriza a esta institución educativa.
La maestra Sandra Paulina Márquez Moreno, responsable del altar, comentó que se utilizaron aserrín, semillas, calaveritas, pan de muerto, velas, copal, flores de cempasúchil, símbolos que evocan la conexión entre el pasado prehispánico y las tradiciones actuales.
Fue un ambiente de aroma del cempasúchil y el camino de aserrín para que encuentren su camino de regreso a este plano, mientras que la comida y el agua son elementos esenciales en el altar, porque representan la ofrenda de amor para quienes ya no están.
"Tratamos siempre de que en nuestra comunidad se hagan los altares a los seres queridos de nuestro personal; nos hace comprometernos aún más, somos la familia Narciso Mendoza, entonces, eso nos hace darnos más como ese apego y que salga todo espectacular para nuestros compañeros", dijo.
Este año, la participación de los padres de familia fue fundamental a diferencia de años anteriores, en los que el montaje del altar recaía, principalmente, en los maestros; en esta ocasión la comunidad escolar se unió para lograr un altar más especial y significativo.
"En esta ocasión, participaron más madres de familia, usualmente siempre nos aventábamos los maestros, pero en esta ocasión, la verdad, la comunidad Narciso Mendoza ha crecido mucho, entonces, el apoyo que tenemos con los padres de familia, pues también se nota y nos han ayudado mucho en esta participación en especial", recalcó.