Los ronroneos y colas moviéndose de felicidad regresaron para visitar a sus amos.
El 27 de octubre, según la tradición, se abre el portal para que los espíritus de las mascotas que fallecieron vuelvan a casa.
Como es de recordar, del 27 de octubre al 2 de noviembre es dedicado, primero, para honrar a los animales que nos acompañaron en vida; posterior, el 30 y 31 de octubre los niños que no fueron bautizados, el 1 de noviembre día de todos Los Santos y corresponde a los niños chiquitos que fueron bautizados y el 2 de noviembre llegan todas las almas.
Ayer domingo, algunas familias colocaron sus altares de muerto, las croquetas, agua, atún o alguna que otra golosina, recordando la vida de sus mascotas.
"A mi gato lo atropellaron, lo quería mucho, estuvo conmigo muchos años y lo recuerdo con mucho cariño; pongo su foto y su comida favorita", dijo Ana Galindo.
En su caso le colocaron de manera sencilla agua, atún, así como sus juguetes favoritos, recordando con mucho amor su vida.
La tradición de estas fiestas tiene un origen prehispánico: los mexicas celebraban a sus muertos después de la temporada de cosecha, entre los meses de septiembre a noviembre, que se enlazó con las creencias de los conquistadores españoles, con ciertas modificaciones, pero con la misma esencia.