Prófugo de la justicia, infractor de reglamentos, entre múltiples preguntas y en hermetismo, reapareció Carlos Victor Peña Ortiz, como alcalde de Reynosa, tras una histórica licencia que se prolongó por 34 días.
Fue en la trigésima cuarta sesión de cabildo en la que de manera improvisada logró presidir el encuentro.
Pero la valentía con la que evade una orden de aprehensión por operar con recursos de procedencia ilícita, no le alcanzó para estar de manera presencial, y en cambio se conformó con aparecer vía zoom.
Su interacción con los regidores fue repentina por lo que fue necesario modificar en varias ocasiones el acta de Cabildo, ya que originalmente aparecía el funcionario interino José Alfonso Peña Rodriguez.
Además hubo varias inconsistencias en el citatorio sobre si sería presencial o virtual.
Finalmente se desarrolló de forma mixta, con sólo nueve de los 21 regidores en la sala oficial, tres que no asistieron, el resto de funcionarios, entre ellos síndicos, secretario y alcalde a la distancia.
Sólo en el apartado de asuntos generales se hizo énfasis a su regreso.
El regreso de Peña ocurrió sin aprobación de Cabildo, no hubo tampoco acto protocolario ni votación, además no se citó a quien fue alcalde interino durante su ausencia.
Pero a los regidores y a él poco pareció importarle.
EL ENCUBRIMIENTO
En la sesión, el secretario del Ayuntamiento José Luis Sánchez Márquez reafirmó, sin mostrar pruebas y con fechas que no coinciden, los motivos por los que se prolongó fuera de lo que dicta el reglamento municipal, la licencia de Carlos Peña. “Recibimos varios escritos del presidente, el primero con fecha del 5 de junio mediante el cual informa estar en tratamiento por haber dado positivo a una prueba rápida de antígenos al coronavirus, el segundo el 13 de junio indicando la continuación ya que el resultado seguía apareciendo positivo, aunado a un tratamiento por úlceras gástricas, por lo que se prescribió una incapacidad por 15 días ”, y continuó: “Presentó un último escrito en el que informa su reincorporación a este cabildo como presidente municipal a partir del 24 de junio a las 20:00 horas”.
Las inconsistencias en estas declaraciones, para solapar el incumpliendo del alcalde, se contradicen con la actividad que Peña Ortiz presumía en sus redes.
El 5 de junio por ejemplo se le mostró realizando recorridos en la Plaza de la República, en la colonia Aquiles Serdán y en el Polideportivo donde acudió a votar, e incluso horas antes, sin cubrebocas en la Peatonal Hidalgo, plaza principal y alrededores de la Avenida del Ferrocarril, donde compró paletas, así como aguas frescas.
En ninguna foto o video que él compartió en sus redes se le ve enfermo, y la aparición de Covid-19 fue notificada hasta el 23 de junio, es decir 18 días después de lo que afirmó llegó en el primer oficio.
Ninguno de los documentos a los que Sánchez Márquez se refirió, se ha mostrado al público y mucho menos a regidores.
Por lo que son sus versiones frente a los hechos.
“SOY UNA VÍCTIMA”
Solo una regidora, Denisse Ahumada Martínez, puso en duda el actuar del alcalde, por lo que tras ser cuestionado, Peña Ortiz aludió a que él es una víctima de “campañas negras” financiadas por gobiernos autoritarios y opresores. “En este ambiente siempre hay campañas negras en contra de servidores públicos hay gente que no acepta las derrotas, obviamente Abelina hay algunas personas que ya no saben a qué atacar, andan descabezados”. comentó.
SE ESCONDIÓ
Carlos Peña aprovechó que el pasado 23 de junio se acordó realizar sesiones de Cabildo virtuales, para evadir la asistencia presencial, y en su defecto conectarse desde la comodidad de un servidor web.
Pero el fondo y los artículos de decoración de donde se encontraba, evidenciaron que era su propia oficina.
Pared blanca, bandera de México, en medio varías estatuas y luego, la bandera del estado de Tamaulipas.
Varios medios de comunicación, incluyendo a La Tarde solicitaron una versión de él sobre su regreso, pero no fue posible.
Sin embargo Peña Ortiz presumió horas después realizar recorridos en Reynosa.