Todavía no hay fecha para que los migrantes que han aplicado desde Reynosa a un proceso de asilo en Estados Unidos durante el 2020 o 2021 sean llamados, y por ello, el acumulado en las listas de interés asciende a 3 mil 200.
La cantidad representa tan solo un estimado de cuántos extranjeros están esperando en esta frontera, ya que de acuerdo a los directivos de las casas de atención, algunos desconocen qué proceso deben seguir para entrar de forma adecuada, evitando una deportación.
“Ahorita son 3 mil 200 personas las que están anotadas con nosotros para el asilo, el proceso es que vienen, se anotan, dejan algunos documentos y luego sigue la espera, que se ha vuelto eterna para muchos porque los llamados no inician, esto provoca desesperación, pero también crisis porque no hay espacios ni recursos para todos”, mencionó Héctor Silva, director de la casa “Senda de Vida”, donde un promedio de 200 familias tienen refugio.
Los migrantes que esperan ser llamados han aumentado de forma drástica en las últimas 5 semanas, ya que en la primera quincena de abril apenas se contabilizaban 2 mil migrantes.
“Nosotros quisiéramos apoyarlos a todos, dejarlos ingresar rápido, ya que muchos vienen con bebés, con menores huyendo, pero no podemos hacer nada más que seguir con estas platicas con las autoridades migratorias donde exponemos el panorama, les decimos que hay grandes grupos durmiendo en calles, pagando renta”.
Y ¿LOS DEL 2019?
La contingencia de Covid-19 es una de las causas por las que el proceso de asilo en Estados Unidos desde México se ha retardado, además de las anteriores políticas migratorias.
Silva resaltó que, antes de comenzar los llamados de quienes se anotaron en el 2020 y 2021, se debe terminar con quienes están desde el 2019.
“Existe algo llamado programa de protección al migrante MPP que tenía un rezago desde el 2019 de al menos 800 personas, estos estaban en pausa y apenas en marzo se reactivaron, van saliendo grupos pequeños por semana, ojalá que esto se agilice”.
Por lo pronto lamentó que miles de familias tengan que esperar en Reynosa a la deriva, un fenómeno evidente en la Plaza de la República.