Fracasan planes gubernamentales para frenar encarecimiento de productos varios, entre ellos los comestibles, situación que lesiona gravemente la economía de la clase trabajadora.
"La verdad es de que todo está muy caro, si hablamos de leche, tortilla, huevo, carne de res o de puerco, aceite comestible, frutas y verduras, todo se ha encarecido en los años recientes", dijo Filiberto López Adame, dirigente del Sindicato de Embotelladoras Sección 125.
Pero lo más lamentable es que por toda la carestía de la vida, los salarios, en el caso de muchos de los trabajadores, no les alcanza más que para comprar el mandado para la familia, y solamente lo más elemental.
La inflación ha ido al alza y lo mismo los precios de los comestibles, pero no tan sólo los víveres han aumentado, sino también la ropa, el calzado nuevo y muchas otras cosas más que requieren los trabajadores.
Todo eso es indicativo de que los esfuerzos hechos por el gobierno no arrojaron resultados positivos como lo esperaba la clase trabajadora, que con todo eso es la que resulta más afectada en su de por sí muy lacerada economía familiar.
Entre tanto, hay algunos comerciantes, por no decir que todos, que venden a precio caro sus mercancías, sin que autoridad alguna les impida seguirlo haciendo en perjuicio de los consumidores que menos recursos tienen.