Sufre haitiano odisea por vivir el sueño americano

Amenazado de muerte en su país, tuvo que abandonar su patria y recorrió ocho naciones latinoamericanas hasta llegar a la frontera norte de México

Los trece días que Jocemy Jean, originario de Haiti ha pasado en Reynosa han sido los más lentos de su vida, alejado de su esposa y dos hijas, esperando una respuesta a la solicitud de asilo que presentó en Estados Unidos, motivado por amenazas de muerte.

El recorrido para llegar a esta frontera inició en el 2016 cuando una pandilla en Haiti atentó contra su vida obligándolo a migrar a Chile, donde algunos amigos se encontraban trabajando y que le habían prometido ubicarlo para tener una mejor vida.

Pero tras tres años de ahorros y problemas con su condición migratoria sus metas cambiaron a la unión americana.

Atravesó Peru, Ecuador y Colombia en autobús, algunos tramos caminando en la selva, luego, en barco junto con otros migrantes llegó a Panamá donde encontró refugio temporal, siguió por Costa Rica, Honduras y Guatemala, la frontera con México. “Cuando yo vi el letrero de bienvenidos a Guatemala se me salieron las lagrimas, fue algo tan impresionante, pensé en mis hijas, en mi esposa y en que estaba logrando un sueño”.

Jean no contaba con permiso para entrar a México y al desconocer los requisitos fue arrestado durante tres días hasta que reunió los documentos, finalmente obtuvo un permiso de estadía temporal que le permitió llegar a Baja California en octubre el 2019. “Las condiciones en las que vive la gente de México son muy diferentes a las de mi país, aquí pude trabajar en una tienda departamental dos meses, envié algo de dinero a mi familia pero hubo algunos conflictos con las caravanas que me obligaron a venir a Tamaulipas”.

TIERRA PELIGROSA

Reynosa forma parte de la franja fronteriza de Tamaulipas con Estados Unidos, una región por la que atraviesan cada año más de 3 mil migrantes y donde se reportan más de 2 mil 400 connacionales, además de liderar las listas de inseguridad durante los últimos años y donde se descubren decenas de casos de tráfico de migrantes.

Aún con estas advertencias, Jocemy llegó el 31 de enero del 2020 al refugio Senda de Vida donde recibe alimento y hospedaje junto con otros 320 personas que también buscan llegar a Estados Unidos pidiendo asilo.

Los originarios de Haiti no suelen llegar a Reynosa, por lo que es el único de este país en los últimos siete meses. “Yo hablo francés, español y entiendo inglés, es algo que me ha ayudado en todo este proceso, no quisiera estar en este viaje tan eterno que comenzó hace más de tres años cuando esa pandilla me amenazo de muerte”.

LLAMADA FAMILIAR

Para hablar con su esposa y sus dos hijas es necesario que pida un teléfono prestado, colocarse en alguna zona con buena conexión de internet y que utilice una aplicación de mensajería.

Cumpliendo esos requisitos, la voz de sus seres queridos comienza a escucharse:

- “Papá te extrañamos”, se escucha a través de la bocina. 

- “Yo a ustedes, las amo”, dice Jocemy.

La conversación se prolonga por cinco minutos, aprovecha para dar algunos recados, luego de colgar su semblante se divide entre la tristeza, la añoranza y felicidad, continúa adaptándose a la vida de migrante en la que no desea catalogarse.

Aunque se ha vuelto una cifra más de los que transitan buscando el sueño americano.