La posibilidad que, de un momento a otro pueda incrementarse nuevamente el precio del kilogramo de la tortilla de maíz, ya mantiene intranquilos a los consumidores.
"En la actualidad, el producto de primera necesidad se cotiza entre $28.00 y $30.00, y aún así para familias trabajadoras y más para las que menos salario perciben es considerado como precio caro", dijo Verónica López, quien labora en una de las plantas maquiladoras situadas por carretera a Río Bravo.
"Se han escuchado comentarios por cuanto a que podría suscitarse un nuevo incremento en el comestible, que es una pieza fundamental en la mesa de las familias. Se ignora cuándo podrían salirnos los industriales de la masa y la tortilla con la desagradable novedad de que ya hay precio nuevo en el kilo de la tortilla", advirtió.
Pero en los últimos meses, no tan sólo ese producto se ha encarecido, sino muchos más que son parte de la despensa de la ciudadanía, sin que hasta el momento el gobierno haya implementado acciones concretas encaminadas a frenar la carestía que tanto ha venido lesionando la economía de los trabajadores, de sus esposas y de hijos.
"Ya no hay salario que alcance y la gente tiene que buscar la manera de obtener más ingresos para poder salir adelante con los gastos de comida, vestido, calzado y educación", señaló la madre de familia y trabajadora de fábrica.