Con un poder adquisitivo arruinado por las constantes alzas en precios registradas en el año que está por concluir (2020), así termina la maltrecha economía de los trabajadores quienes temen que en enero del 2021 se dispare nuevamente la espiral inflacionaria, la carrera alcista que siempre rebasa el incremento salarial.
“Al final del año que agoniza en estos momentos, queda de manifiesto que el poder de compra para los obreros se redujo en por lo menos un 30 por ciento, situación que causó un importante impacto en la disponibilidad de recursos en el seno familiar”, dijo Juan Salvador Portillo Martínez, secretario de Organización en la FTR (Federación de Trabajadores en Reynosa).
Apenas recién acaba de incrementar el precio de los combustibles, y ya se ‘cocinó’ otro más que según dicen entrará en vigor el primero de enero del año entrante.
“El temor que tienen los trabajadores y sus familias es que con eso se desencadenen nuevamente alzas en precios de artículos básicos y semi básicos, como son leche, huevo, tomate, entre otros que integran la canasta básica”, agregó.
Los mexicanos en general y más la clase trabajadora, tenemos ante nosotros un panorama difícil, incierto, producto de una errónea política económica y por la falta de obra pública de parte de la federación, al menos en esta ciudad.
El 2020 fue un año realmente difícil y más aún por los problemas causados por la pandemia del Covid-19 y en el umbral del 2021, se confía en que por lo menos sea un poco mejor aunque se avista un horizonte nebuloso.