Tiene la ciudad una telaraña de cables

Por todas las calles hay cables colgados y algunos que no se sabe cuál es su uso

En una verdadera maraña se encuentra convertida Reynosa, producto de la gran cantidad de cables aéreos que existen por todos los sectores de la ciudad, y que en un momento son derribados cayendo al suelo, sin que ninguna autoridad intervenga con la premura del caso pese al grave peligro que representan para peatones y automovilistas.

Pueden verse desde líneas eléctricas, telefónicas y de internet en todas las calles, sistema que debería innovarse para ofrecer una mayor seguridad a la ciudadanía y una mejor imagen a la geografía municipal.

Como ciudad pujante que es, en Reynosa debiera sustituirse el cableado aéreo por el subterráneo, como ya existe en algunos fraccionamientos como es el caso de Puerta Grande. 

Así, debieran las autoridades solicitar a la CFE (Comisión Federal de Electricidad), quien maneja redes eléctricas, sustituir las aéreas por subterráneas lo mismo a la empresa Teléfonos de México y a las que ofrecen televisión por cable.

El cambio de sistema le daría un toque diferente a la ciudad pero también ofrecería una mejor imagen urbana ante propios y visitantes y además evitaría riesgos y peligro para los ciudadanos.

PELIGRO

Ya ha quedado demostrado que el cableado eléctrico que descansa sobre los postes, en un momento dado representa peligro sobre todo para los peatones, pues se dan ocasiones en que por alguna circunstancia llegan a desprenderse y caen al suelo, lo que ha provocado hasta pérdidas humanas a raíz de descargas eléctricas.

MÁS SEGURO

Más seguro sería si las redes eléctricas y demás, estuvieran bajo tierra, pero con sistemas que ofrecieran precisamente seguridad a peatones, automovilistas y población en general.

Cambiar todo el cableado aéreo para convertirlo en subterráneo, requeriría de una millonaria inversión, pero al final de cuentas resultaría benéfico para la ciudad y sus habitantes.

En cuanto a la postería, hay muchos que están en condiciones deprimentes y por tanto con posibilidades de derrumbarse, mismos que constituyen un serio riesgo para los ciudadanos.