Muchos piensan que el ganador del Super Bowl es uno de los dos equipos que disputan el trofeo, pero sabemos que no es así. Ese día, el único rey es el aguacate. Para cubrir la demanda de ese fin de semana, México debe exportar más de 100 mil toneladas a Estados Unidos para llenar las mesas de guacamole.
Esta demanda de aguacate tiene implicaciones en el bolsillo de todos nosotros, pues a veces el “oro verde” alcanza precios cercanos a los $160 pesos mexicanos por kilogramo, convirtiéndolo en un verdadero producto de lujo.
Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), aparte de la ley de la oferta y la demanda en las exportaciones (que sube en febrero y mayo), hay otros factores que encarecen su precio: altos niveles de inflación, menor producción, incremento en el costo de los fertilizantes, la temporada de sequía (pues se requieren entre 600 y 700 litros de agua para producir un kilo de aguacate), el ciclo agrícola (el árbol maduro necesita aproximadamente siete años para crecer y dar frutos), una verificación de los márgenes de comercialización deficiente y, lamentablemente, la presencia del crimen organizado en zonas aguacateras, quienes piden derecho de piso a los productores, ahorcándolos a grado que dejan de vender.
¿Por qué es tan querido en todo el mundo?
Este fruto, con más de 10 mil años de historia (según restos encontrados en una cueva de Coxcatlán, Puebla), tiene características que lo hacen único y que todo el mundo lo ame, entre ellos los chefs, como Lula Martín del Campo, Mikel Alonso y Gerardo Vázquez Lugo, quienes compartieron su amor por este producto.
“Conozco poca gente a la que no le guste el aguacate. Y, aunque hay producción en otros países, el mexicano tiene una calidad, cremosidad y sabor únicos”, mencionó Alonso. Por su parte, Lula destacó el valor de los cultivados en Michoacán, principal estado productor (75.2% de la producción nacional total): “El aguacate me encanta por su sabor, en especial, el de Michoacán, que tiene una mineralidad única, resultado de la erupción del volcán Paricutín que le dio ciertas características al suelo y que crearon que este aguacate tenga esa calidad, ese sabor, este tamaño, esa cremosidad”.
Y eso lo distingue del resto de los aguacates del mundo. Cabe destacar que el estado de las carnitas es el único que exporta a Estados Unidos aguacate, al ser el que cumple con los requisitos y la calidad esperada.
“Es versátil. Gracias a su sabor, lo podemos entender como Bo como verdura, cuando lo ocupas en un guacamole, un taco o para el fideo seco, por ejemplo”, comenta Lula. En lo dulce, se pueden hacer trufas y helados.
Sus características no se reducen a solamente su sabor, también por su valor nutricional: aceites vegetales (como el oleico y omega 3), potasio, fósforo, magnesio, calcio, sodio, vitaminas del grupo A, C, D, E, K, complejo B y ácidos grasos monoinsaturados y su bajo contenido de carbohidratos.