A pesar de que la tasa de desocupación bajó 0.3% el mes pasado, la calidad del empleo puede verse limitada por la falta de liquidez en sectores afectados por el Covid-19 y la incertidumbre sobre la prohibición de la subcontratación (outsourcing).
De acuerdo con un análisis de ManpowerGroup sobre la última encuesta del Inegi, la población ocupada creció en 1.1 millones, de los cuales 874 mil empleados son remunerados y 200 mil trabajando por cuenta propia.
“De los 874 mil empleados remunerados, sólo 115 mil se registraron en el IMSS (13%). Por lo tanto, los otros 758 mil están siendo contratados en esquemas que no pagan seguridad social”, aseguró Héctor Márquez, director de Relaciones Institucionales de ManpowerGroup.
Entre quienes trabajan por cuenta propia se incluye a los que cobran por honorarios y asimilados a salarios, esquemas que no pagan seguridad social, detalló.
En febrero el Inegi registró a 2.7 millones de empleadores en México, mientras que el IMSS en el mismo mes reportó que había un millón 910 patrones afiliados.
La informalidad aumentó en 0.6 millones de personas, al pasar de 28.9 millones en enero a 29.5 millones un mes después.
El salario es otro indicador importante para identificar la evasión de responsabilidades sociales de los empleadores, pues en muchas ocasiones se recurre a subregistrar a trabajadores para no pagar las cuotas totales.
“Es preocupante que aumente la población que gana hasta un salario mínimo. Son casi 14 millones, lo cual nos habla de los bajos sueldos y/o del subregistro de sueldos para no pagar impuestos ni seguridad social”, subrayó el directivo de ManpowerGroup.
Además, las afectaciones de la pandemia han mermado el mercado laboral, ya que muchas industrias han visto afectada la liquidez de sus negocios, lo que desencadena cambios en la calidad del empleo.
“Ante la incertidumbre de la reforma laboral y por la economía en medio de la emergencia sanitaria, la mayoría de las contrataciones se están dando ya en la informalidad, que es el problema más grande del empleo mexicano, porque históricamente ha sido el único sector que ha podido ofrecer ingresos económicos directos a las personas cuando no hay un plan rápido de cuidado del empleo formal, sobre todo en tiempos de crisis”, dijo.
A partir de un mapeo realizado con empleadores del país, la firma global especializada en subcontratación encontró una tendencia de contratar a personas de manera semiformal o informal.
Si la reforma en materia de outsourcing elimina esta vía de creación de empleo formal, 60% irá a esquemas sin seguridad social y 10% a esquemas de evasión o informales.
Ante la pandemia de Covid-19, se requieren medidas que reactiven la economía, mientras que las prácticas de evasión y elusión fiscal por medio de la subcontratación ilegal deben regularse para transformarlas en empleo formal, permanente y temporal.
“La forma de crear empleo formal es atraer inversión nacional y extranjera, generar confianza, y facilitar la contratación de personas. La confianza no depende sólo de una nueva legislación, sino también de que se aplique, se vigile y se haga cumplir la ley”, destacó por su cuenta Mónica Flores, presidenta de ManpowerGroup para Latinoamérica.