Muchas personas luchan contra la adicción a sustancias como las drogas y el alcohol, pero no todos luchan contra adicciones de este tipo.
Algunos luchan con su apetito o con el juego, mientras que otros pueden tener problemas con el uso de Internet o los teléfonos móviles. Y es de este tema del que queremos hablar en este artículo.
Hay muchas personas que sufren y que tienen que pelear a diario con una adicción, pero no todas padecen la misma. Hay dos tipos de adicciones: con sustancia y conductuales. Las primeras tienen que ver con el abuso de sustancias como drogas, alcohol, nicotina o cafeína. El segundo tipo implica la participación en conductas o actividades que no se pueden detener ni reducir, aunque causen daños en la vida de la persona. Estas se llaman adicciones conductuales.
UNA ADICCIÓN TAN PELIGROSA COMO LA QUE IMPLICA CONSUMO DE DROGAS: LA CONDUCTUAL
Las adicciones sin sustancia o conductuales implican que la persona sufre dependencia a un objeto o un comportamiento, no a algo palpable como puede ser, por ejemplo, la droga.
Las adicciones sin sustancias tienen un mayor riesgo de recaída, ya que utilizan un comportamiento adictivo para hacer frente a algún aspecto de su vida. Estas adicciones a menudo se desarrollan en respuesta a un trauma, estrés, soledad u otros momentos difíciles en la vida de una persona. Algunos ejemplos pueden ser el trabajo, o la adicción a internet.
Para que exista una adicción no es necesario que haya un elemento físico que se pueda consumir. A veces es, simplemente, un comportamiento el que nos hace caer debido a un desequilibrio biológico
Así como alguien puede volverse adicto a una sustancia, alguien también puede volverse adicto a un comportamiento. Por ejemplo, el juego es un comportamiento que puede ser adictivo sin la adición de ningún elemento físico. Esto se debe a que el cerebro se desequilibra debido a la liberación de dopamina al jugar.
LAS ADICCIONES SIN SUSTANCIA MÁS FRECUENTES EN LA ACTUALIDAD
Ya hemos hablado, en este mismo medio, de cómo actúa el cerebro cuando se está desarrollando una adicción. En este proceso entran en juego estructuras del cerebro y neurotransmisores, y por esa razón, debemos estar al tanto de posibles señales de alerta.
Para nosotros, lo relevante en este artículo es contarte, para que tengas esta información tan importante, cuáles son las principales adicciones sin sustancia. Esto no significa que no haya más, ya que cualquier comportamiento que puedas imaginar puede ser susceptible de convertirse en una adicción.
Por esta razón es muy importante que estemos preparados para tener una correcta comprensión de cómo funcionan, pero también de cómo es su pronóstico y su evolución.
De esta forma, la adicciones conductuales o sin sustancia más habituales en la actualidad son las siguientes.
1. LUDOPATÍA O ADICCIÓN AL JUEGO
El juego es un problema realmente adictivo y destructivo que afecta a muchas personas. Una de las principales razones de esto es la forma en que la adicción al juego afecta al cerebro.
Un adicto al juego puede sentir una intensa emoción o placer cuando está jugando, pero luego sentir la misma cantidad de desesperación, decepción y frustración cuando pierde sus apuestas. El adicto no puede controlar el impulso, aunque no lo quiera hacer.
Es un trastorno muy grave que tiene importantes consecuencias personales y familiares. Puede afectar la capacidad de las personas para funcionar en la sociedad, y también puede afectar mucho a su situación financiera.
2. ADICCIÓN AL TRABAJO
La adicción al trabajo es un fenómeno moderno. Se produce cuando una persona no puede dejar de trabajar aunque quiera y aunque no sea una imposición formal de su contexto organizacional o laboral.
Hay muchas razones para esta adicción, pero una de las razones principales es que las personas han sido educadas desde la infancia para trabajar duro, necesitan trabajar desde casa por problemas personales o familiares, y las personas piensan que la sociedad no las apreciará si no lo hacen. Es más, creen que no hacen bien su trabajo.
La adicción al trabajo puede ser muy perjudicial, provocando depresión y ansiedad en algunos casos. También puede provocar agotamiento y un rendimiento deficiente en el trabajo, lo que podría ocasionar el despido.
Cuando una persona dedica demasiado tiempo a su trabajo y deja de preocuparse por otras cosas, puede desarrollar un trastorno limitante que debe abordarse con especial cuidado.
Hay muchas profesiones que requieren mucho tiempo y dedicación para triunfar, pero en la mayoría de los casos es posible equilibrar la vida laboral y personal y mantener un equilibrio saludable.
3. LA ADICCIÓN AL SEXO
El sexo es una necesidad básica de toda persona. Sin embargo, si se mantiene a través de un comportamiento obsesivo o se abusa de él, esto se puede convertir en un problema muy serio y que hay que tratar. Puede afectar a las relaciones personales, y realmente a todos los ámbitos de la vida del adicto.
Es importante señalar que muchos adictos al sexo hacen uso de la pornografía, algo que puede ser muy perjudicial para ellos mismos al no cumplir en realidad las expectativas que tienen.