La muerte, un tema tan inevitable como misterioso, ha sido objeto de reflexión y debate a lo largo de la historia. Desde las antiguas civilizaciones hasta nuestros días, la muerte sigue siendo uno de los grandes enigmas de la vida. Reflexionar sobre este suceso puede parecer sombrío, pero según Arthur C. Brooks, profesor de la Universidad de Harvard y autor de bestsellers, esta práctica podría ser la clave para alcanzar una mayor felicidad.
La muerte, aunque temida y a menudo evitada en conversación, es una realidad que todos debemos enfrentar. Al comprender las diferentes perspectivas culturales y filosóficas, podemos encontrar maneras de reconciliarnos con nuestra mortalidad. La muerte no solo marca el fin de la existencia física, sino que también nos invita a valorar más profundamente la vida que tenemos.
Por eso, Arthur C. Brooks nos invita a replantearnos cómo enfrentamos la vida cotidiana, sugiriendo que la felicidad se construye sobre el disfrute, la satisfacción y el sentido y no simplemente como un sentimiento pasajero. Según él, reflexionar sobre la muerte nos permite enfocarnos en estos tres pilares fundamentales de la felicidad.
LA FELICIDAD COMO SENTIMIENTO
La Universidad de Harvard advierte sobre un error común que produce infelicidad y frustración: considerar la felicidad únicamente como un sentimiento. El especialista sostiene que este enfoque es erróneo y que la felicidad debe entenderse como una combinación de disfrute, satisfacción y sentido. "Hay mucha neurociencia detrás de esto, pero todo el mundo sabe que cuando estás aburrido o solo y empiezas a mirar tus dispositivos y tu teléfono, en realidad te aburres más y te sientes más solo. Este es un gran problema, especialmente para los adultos jóvenes", señala Arthur C. Brooks.
Ante esto, el profesor de Harvard sugiere que reflexionemos sobre lo que perderíamos y lo que no podríamos lograr si muriéramos, para centrarnos en lo verdaderamente importante: "Trata de comenzar cada día pensando: ´sé que en unos años estaré muerto y unos años después de eso, nadie recordará mi nombre. Pero estoy vivo hoy y no lo desperdiciaré´. Con la práctica, lo sentirás cada vez menos antinatural".
"Cuando evitamos pensamientos sobre la muerte, inconscientemente asumimos que el mañana se parecerá mucho al hoy. Pero cuando nos concentramos en ella, se aumenta lo que está en juego en el presente y aclara lo que debemos hacer con nuestro tiempo", concluye Arthur C. Brooks.
Reflexionar sobre la muerte y aceptarla como parte del ciclo natural de la vida puede permitirnos vivir de manera más plena y significativa.