Se estima que en torno al 60% de las mujeres y al 40% de los hombres manifiestan algún tipo de disfunción sexual.
Entre las mujeres, las disfunciones más frecuentes suelen ser la falta de deseo, los problemas excitatorios y la anorgasmia, y en los hombres los problemas de erección, la eyaculación precoz y la falta de interés por el sexo.
Existe, sin embargo, otro tipo de trastorno, quizá menos difundido por la psicología pero igualmente frecuente: el coito doloroso en las mujeres, o dispareunia. En este artículo veremos cuáles son sus características, y varias técnicas para hacer frente al dolor.
¿Qué es la dispareunia? Principales síntomas
Estas son las principales características y síntomas de la dispareunia:
La mujer experimenta dolor, ardor, molestia o escozor, al comienzo, durante o al finalizar la relación.
Presenta dificultades persistentes en la penetración vaginal durante las relaciones.
Muestra un intenso temor a sentir dolor antes, durante o como resultado de la penetración, por lo que tiende a evitar las relaciones.
Así pues, la dispareunia tiene una gran capacidad para perjudicar la vida sexual de las mujeres. Ahora bien... ¿Cuáles son las causas de la dispareunia? ¿Son exclusivamente competencia de la medicina?
CAUSAS
Según diversos estudios, la causa más frecuente de la dispareunia es psicológica. Falta de excitación, sexual, educación sexual inadecuada o represiva, ansiedad o experiencias negativas anteriores están entre las posibles explicaciones de dicho trastorno.
También, por supuesto, la causa puede ser de tipo orgánico (escasa lubricación, infecciones vaginales, malformaciones, etc.) por lo que una visita ginecológica siempre es recomendable.
Teniendo en cuenta que la sexualidad es un compendio de conductas, emociones, pensamientos y componentes psicofisiológicos puede que no haya un solo motivo que pueda estar provocando la dificultad, por lo que la evaluación ha de hacerse de manera global y holística.
Tratamiento: herramientas para hacer frente al dolor coital
Una vez evaluado… ¿Qué técnicas solemos utilizar los psicólogos para intervenir en la dispareunia? Veamos varias de las más frecuentes, con la recomendación de que si estás pasando por una situación similar acudas a un profesional (psicólogo o sexólogo) que evalúe tu caso en concreto y diseñe un plan de tratamiento personalizado.
1. EDUCACIÓN SEXUAL
Imprescindible en cualquier problema de disfunción sexual. Se sabe que las estimulaciones exclusivamente coitales no son suficientes para avivar el deseo en la mujer, por lo que puede producirse falta de lubricación, frustración psicológica al no conseguir la excitación deseada, tensión en los músculos del suelo pélvico, etc.
Es por tanto muy importante que la mujer conozca su cuerpo, se familiarice con su deseo y sea capaz de transmitir sus necesidades a su compañero o compañera sexual. Y si él o ella no las tiene en cuenta… hay más peces en el mar.
2. FOCALIZACIÓN SENSORIAL
Se trata de una técnica ampliamente utilizada en terapia de pareja que ha demostrado tener resultados positivos en el tratamiento de las disfunciones sexuales. Consiste en la realización de contactos íntimos no exigentes, en los que se elimina la posibilidad de contacto de órganos sexuales primarios y secundarios.
Se pretende fomentar de este modo la comunicación íntima y sensual, el descubrimiento de sensaciones placenteras y el despertar del deseo, sin la presión añadida de tener que culminar con una penetración posiblemente dolorosa.
3. MANIOBRAS DE KEGEL
Esta herramienta consiste en la realización de una serie de ejercicios en la musculatura pubocoxígea con el objetivo de fortalecer algunos grupos musculares implicados en las relaciones sexuales. Se pretende tomar conciencia de los estados de relajación y de tensión muscular, que ayudarán a aumentar la sensación de autocontrol en la mujer a la hora del sexo.
4. ¡OJO CON LOS PENSAMIENTOS!
La profecía autocumplida sucede cuando nuestros pensamientos crean realidades (cosa que sucede continuamente). ¿Magia? No. Relaciones causales.
Si la mujer comienza un encuentro sexual con pensamientos tipo “me va a doler”, “no lo voy a soportar”, “nunca voy a poder disfrutar del sexo” su cuerpo va a entrar en un estado de tensión que va a dificultar muchísimo la penetración, la cual terminará siendo dolorosa por la propia contracción vaginal unida a la falta de lubricación. Además, la focalización en las sensaciones dolorosas intensificarán la sensación de dolor haciéndola realmente insoportable.
A través de técnicas de reestructuración cognitiva y detención de pensamientos, con ayuda de un psicólogo, se puede disminuir la intensidad, frecuencia y grado de credibilidad que otorgamos a dichas creencias.
5. MINDFULNESS
Una de las dificultades con las que nos podemos encontrar en las relaciones íntimas es la falta de concentración. El cuerpo está allí pero los pensamientos están en ayer, en mañana, en la lista de la compra o en la ropa que hay que sacar de la lavadora. Así es prácticamente imposible lograr una excitación plena y apreciar las sensaciones agradables que ofrece el sexo.
Por ello las técnicas de focalización en el presente, de estar aquí y ahora, pueden ser muy útiles.
PARA TERMINAR...
Por desgracia, muchas mujeres sufren en silencio este tipo de problemas debido a vergüenza, resignación, mitos o falta de información respecto a la amplitud de tratamientos.
Considero por ello relevante la difusión de estos tratamientos y la transmisión de esperanza a toda aquella que esté pasando por una situación similar.