Migrantes y la religión

El albergue de “Nuestra Señora de Guadalupe”, los migrantes reciben misas católicas, participan en actividades religiosas y veneran los altares

La religión en los campamentos y casas de asistencia para migrantes de Reynosa no es un tema que pase a segundo plano para la mayoría de quienes buscan llegar hacía Estados Unidos a través de una solicitud de asilo, e incluso es el principal soporte para no desistir. 

En el albergue de “Nuestra Señora de Guadalupe”, administrado por la Diócesis de Matamoros, los migrantes reciben misas católicas, participan en actividades religiosas y veneran los altares, el principal cuenta con la Virgen de Guadalupe.

A principios de este mes, se efectuó una ceremonia especial para dar inicio a a cuaresma. 

“Se les trajo la ceniza y se dio una misa, sabemos que en la comunidad de migrantes hay diferentes cultos pero el mensaje que enviamos es de unión, Dios es lo que a muchos los sostiene, a él son las oraciones de pedir que los guarde, los proteja en cualquiera que sea su camino”, detalló personal directivo.

En el caso de Senda de Vida, administrado por ministros cristianos, también son constantes los servicios que promueven la fe. “Escuchamos el mensaje y nos llena de paz, porque todos tenemos un propósito, buscamos que el camino sea mejor, en mi caso yo salí de Honduras hace ocho meses y si estoy aquí es porque Dios me permitió, él me trajo aquí,  sigo por él”, comentó Maria, migrante. 

Los cultos son abiertos a cualquier persona, incluyendo aquellas que profesan otras religiones.

La diversidad de creencias y fe en la comunidad migratoria de Reynosa es extensa debido a las nacionalidades de arribo entre centroamericanos, de Haiti, Cuba, África, Bielorrusia y otras, pero todas conviven sin conflicto.

El mensaje, que el pastor Héctor Silva de Luna, encargado de Senda de Vida les ofrece, va enfocado al respeto, confiar en la voluntad de Dios durante su estadía migratoria y también para aprovechar la espera para reforzar las creencias. 

Afuera de los albergues, a la comunidad migrante no se le excluye de ninguna parroquia, por lo que puede dirigirse a cualquiera que sea su elección.

La Tarde ha evidenciado en diversas ocasiones, como diversos líderes religiosos se acercan a ellos para brindar un mensaje de aliento, principalmente entre los que están en la Plaza de la República. “Venimos a entregar comida todos los días, y a leer la biblia, todo lo que hacemos es voluntario, nos hemos encontrado con muchos testimonios de vida, se trata de ayudar al prójimo, sin olvidarnos de ser agradecidos, aportar”, comentó Joel Flores, voluntario en una asociación religiosa local.