La costumbre de tronarse los huesos ante la sensación de cansancio o por simple costumbre, genera desgaste articular y hasta deformaciones, por lo que recomiendan evitar hacerlo
Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Reynosa, Tamaulipas, dieron a conocer que la costumbre de tronarse los huesos ante la sensación de cansancio o por simple costumbre, genera desgaste articular y hasta deformaciones, por lo que recomiendan evitar hacerlo.
Explicaron que las personas con poca actividad física son quienes tienen más arraigada esta costumbre, por lo que es común en ellas que para aliviar un supuesto cansancio, realicen un movimiento brusco de las articulaciones, pues sienten un descanso al tronar los huesos; sin embargo, lejos de liberar tensión articular, ésta se incrementa porque derraman el lubricante natural, conocido como liquido sinovial, que existe precisamente para evitar su roce.
El doctor Antonio Contursi García, Coordinador Clínico de Traumatología del Hospital General de Zona (HGZ) N° 15 del IMSS en esta ciudad indicó que las consecuencias directas de tronarse los dedos, son desgaste articular, caracterizado por un dolor excesivo, rigidez y deformación en la parte lastimada.
Agregó, que las personas con este mal hábito, entran en un círculo vicioso, porque al sentir un dolor intenso evitan moverse, lo que genera menos fuerza en sus músculos, más dolor y más daño en las articulaciones, lo que los lleva a quedar incapacitados para la realización de actividades cotidianas.
Contursi García señaló que la población más afectada por este padecimiento, son los adultos de 40 años en adelante, y las partes del cuerpo en donde aparecen estos problemas con mayor regularidad, son las manos y el cuello.
Para evitar lo anterior, el médico del Seguro Social, recomendó hacer ejercicio conforme a la edad de la persona y su estado físico, como la caminata y la natación, “actividades que permiten mantener las articulaciones en buenas condiciones, pues se gana flexibilidad y fuerza muscular, además de una mayor tolerancia para realizar actividades durante tiempos prolongados sin que se lastimen las articulaciones”.
Finalmente, el traumatólogo del HGZ 15 apuntó que el ejercicio físico es vital después de los 30 años, edad en que se comienza a perder la elasticidad de los tejidos, por lo tanto éste se debe practicar para continuar con un óptimo funcionamiento corporal.