Se crearon 292.2 mil empleos en el sector informal de la economía el mes pasado, mientras se perdieron 11.3 mil plazas en la formalidad, de acuerdo con datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Un empleo informal, además de carecer de seguridad social, como el acceso a los servicios de salud tan necesarios en una pandemia, está asociado también a una menor percepción de ingresos, es decir, tienen mayor probabilidad de encontrarse en situación de pobreza laboral.
La construcción fue el principal motor de generación de empleos informales, con 237.9 mil nuevas posiciones, mientras que hubo pérdidas tanto en las manufacturas como en minería y servicios públicos.
El instituto que encabeza Graciela Márquez Colín dio a conocer que el total de la población desocupada en el país se incrementó en 57.6 mil personas, para llegar a un millón 989.7 mil a junio, de modo que la tasa de desocupación llegó a 3.3% de la fuerza laboral.
En tanto, la población subocupada, medida como aquella que declaró tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de lo que su ocupación actual les demanda, fue de 5.1 millones de personas el mes pasado. La tasa de subocupación se situó en 8.9% de la población ocupada, tras ubicarse en 8.5% durante mayo, de acuerdo con el Inegi.
Analistas de Banorte reconocen mayores riesgos para el dinamismo del empleo en los siguientes meses, por una quinta ola de contagios de Covid-19; la moderación de la actividad económica; y una estacionalidad mixta por las vacaciones de verano.
Destacaron las próximas negociaciones salariales, especialmente ante lo que perciben como desajuste entre las negociaciones reportadas por sindicatos y cifras del Inegi. “Esto es relevante, ya que menores salarios reales por la inflación podrían tener un impacto negativo en el consumo, y la actividad en general”, explicaron en Banorte.