Desde la noche del martes, la familia de Miguel Rico, un joven que alternaba sus actividades de limpiavidrios con el comercio ambulante, empezaron a buscarlo y si lo encontraron 16 horas después, pero muerto en el interior de una casa abandonada en la colonia Loma Blanca, al noreste de la ciudad.
Rico había salido de su domicilio a bordo de una cuatrimoto al anochecer, pero al ver que el tiempo avanzaba y él no llegaba, sus hermanos empezaron a indagar entre sus amigos y compañeros de “crucero”, pero nadie le daba razón.
Fue hasta ayer poco después del mediodía, un adolescente fue a su domicilio situado en una privada de Loma Blanca, para decirles que había un cuerpo dentro de una casa abandonada a orillas del fraccionamiento.
Fue uno de sus hermanos mayores quien se constituyó en el lugar situado en las calles Loma Larga y Loma Chica en una casa en ruinas.
Inmediatamente a la entrada yacía el cuerpo de Miguel, el cual estaba cubierto con una lona.
Su hermano al destaparlo lo identificó de inmediato y optó por llamar al 911 de donde movilizaron a las autoridades policiacas para que fueran a confirmar el aviso.
Una vez que verificaron se presentaron los investigadores para iniciar la carpeta correspondiente.
Era evidente que se trataba de un crimen artero. Aunque no se le apreciaban heridas de bala, como tampoco lesiones con arma punzo cortante, si tenía amoratado el rostro como si lo hubiesen asfixiado.
El hermano supuso que “creo que le hayan aplicado el “bolsazo”, porque tiene el rostro morado”.
NADA DE LA CUATRIMOTO
Respecto del paradero de la cuatrimoto no se sabía nada, hasta el momento en que se encontró el cadáver.
Los investigadores con el dato que obtuvieron de sus familiares se darían a la tarea de buscarla como parte del trabajo indagatorio.