Los recientes aguaceros que provocaron inundaciones en varias colonias de la ciudad, obligaron a empleados de una cadena de tiendas de conveniencia a tomar medidas extremas.
En parte para evitar que el agua penetrara a los establecimientos, además para proteger la mercancía de actos de rapiña optaron por proteger los vidrios de ventanales y puertas con madera y gruesas cadenas metálicas.
Hubo algunas colonias en las que el agua subió de nivel y penetró hasta el área de atención al público provocando pérdidas exageradas.
Pero también hubo algunos sectores en los que la delincuencia aprovechó para cometer actos de rapiña, sin que las autoridades policíacas actuaran.
En algunos sectores hubo saqueos y no fue precisamente para satisfacer carencias, pues individuos que se encuentran filmados a través de cámaras de seguridad, se dedicaron no solamente a robar comestibles, sino aparatos electrónicos y equipo de computación de las tiendas.
Las empresas continuaban esperando la respuesta de las autoridades encargadas de la seguridad pública.