Ciudad de México
Napoleón regaló una velada mágica llena de nostalgia, recuerdos, pero sobre todo de amor, a miles de personas en el Auditorio Nacional, que pudieron disfrutar de un recorrido por sus éxitos de sus 50 años de trayectoria musical.
A las 20:30 horas, las luces del Coloso de Reforma se apagaron y después de una introducción musical que incluyó un remix instrumental de algunos de sus éxitos, José María Napoleón salió al escenario con “Ella se llamaba Martha”.
Una lluvia de aplausos que recibían al cantante invadió el lugar y con gritos de emoción continuó con “Corazón, corazón”, “Amor de habitación” y “Atrévete”.
CONMUEVE AL PÚBLICO
El compositor estuvo acompañado por una escenografía que rebosaba de elegancia, con luces que iluminaron todo el lugar y dos pantallas. Así continuó “Amiga mía”, “Celos”, “Ven, dame un beso”, pero fue con el tema “Molino rojo”, que empezó la parte acústica, conmoviendo al público que al término de su presentación decidieron hacerle una porra.
De una manera incrédula por la reacción del público, El Poeta de la Canción sorprendió a sus admiradores con la presentación del Mariachi Imperial Azteca, así inició la serenata con “Aún estoy de pie”.
Han pasado cinco décadas desde que Napoleón inició su carrera, y aunque ya necesita de algunas pausas para recobrar el aliento, su voz y fortaleza siguen intactas como cuando inició, dejando impactados a todos los asistentes que desean que no se retire de los escenarios.
Ya en la recta final, interpretó las canciones más deseadas por todos, “Pajarillo”, “Eres” y con “Vive” puso a toda la audiencia de pie y se despidió.